La Confederación Andaluza de Peñas Flamencas nace en 1985 en Antequera (Málaga) con la voluntad de aunar a las asociaciones culturales de este tipo que funcionaban en las ocho provincias de la comunidad autónoma. En la actualidad, más de 400 peñas y 90.000 peñistas respaldan este movimiento, que tiene entre sus objetivos el estudio, cultivo, desarrollo, difusión y promoción del cante, el baile, el toque, de los artistas y de las obras flamencas.
Para ello, la Confederación tiene entre sus encomiendas la organización de circuitos flamencos, talleres, escuelas y encuentros entre peñas, así como la producción y edición de revistas y obras bibliográficas y discográficas. La entidad se encarga también de la organización de congresos, jornadas, ciclos de conferencias o festivales.
Las peñas flamencas, como asociaciones privadas de carácter cultural y sin ánimo de lucro, desempeñan un papel decisivo en la conservación y difusión de este arte. Su trabajo fue decisivo para la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 16 de noviembre de 2010. Estas asociaciones fueron las primeras que mostraron su apoyo formal a la candidatura y aportaron cientos de firmas de adhesión a la misma.
Los artistas noveles tienen su primer contacto con la afición a través de las peñas que mantienen el flamenco de base, llevan el testimonio de este arte a todos los rincones de la comunidad autónoma y fomentan su conocimiento.